La solicitud hecha por nuestras diputadas y diputados, se traduce en reconocimiento, agradecimiento y felicitaciones a las y los docentes salvadoreños, por su labor diaria en la formación integral de nuestra niñez y adolescencia.
En el pronunciamiento aprobado se reconoce a los docentes: “Su gratitud por la tenacidad con la que instruyen a sus educandos, para formar hombres y mujeres de bien, que contribuyan al desarrollo de una sociedad más humana y justa, así como por la dedicación con la que enseñan, dejando una huella imborrable en quienes pasan por sus aulas, trascendiendo a través de ellos, al brindarles conocimientos y virtudes que les acompañarán toda la vida, y que les permitirán promover cambios, transformar el entorno y construir su propio futuro y estilo de vida en sociedad”.
Por Decreto Legislativo de fecha 2 de septiembre de 1939, se estableció que a partir de ese año, el 22 de junio de cada año, se nominó el “Día del Maestro en El Salvador”.